Cáncer de tiroides


¿Qué es cáncer de tiroides? 
El cáncer de tiroides es un cáncer que se origina en la glándula tiroides. Para poder
entender el cáncer de tiroides, resulta útil conocer sobre la estructura normal y el
funcionamiento de esta glándula.
La glándula tiroides 
La glándula tiroides está localizada debajo del cartílago tiroideo (la manzana de Adán),
en la parte delantera del cuello. En la mayoría de las personas no se puede ver o palpar.
Esta glándula, en forma de mariposa, tiene dos lóbulos, el lóbulo derecho y el lóbulo
izquierdo, que están unidos por un istmo angosto (vea la imagen que sigue).



 La glándula tiroidea tiene dos tipos principales de células: • Las células foliculares usan yodo de la sangre para producir la hormona tiroidea, la  cual ayuda a regular el metabolismo de una persona. Demasiada hormona tiroidea  (una afección llamada hipertiroidismo) puede causar que una persona tenga  palpitaciones aceleradas o irregulares, dificultad para dormir, intranquilidad, hambre,  pérdida de peso y una sensación de calor. Por otra parte, muy poca hormona  (hipotiroidismo) causa que una persona sea más lenta, se sienta cansada y gane peso.  La cantidad de hormona tiroidea segregada por la tiroides es regulada por la glándula  pituitaria, en la base del cerebro, la cual produce una sustancia llamada hormona estimulante de tiroides (TSH, por sus siglas en inglés).
• Las células C (también llamadas células parafoliculares) producen calcitonina, una  hormona que ayuda a controlar cómo el cuerpo usa el calcio. Otras células menos comunes en la glándula tiroidea incluyen las células del sistema  inmunitario (linfocitos) y las células de apoyo (estromales).
Cada tipo de célula genera diferentes tipos de cáncer. Las diferencias son importantes  porque afectan cuán grave es el cáncer y el tipo de tratamiento que se necesita.  En la glándula tiroides se pueden originar muchos tipos de crecimientos y tumores. La  mayoría de estos son benignos (no cancerosos), pero otros son malignos (cancerosos), es  decir, se pueden propagar a los tejidos cercanos y a otras partes del cuerpo.